Existe en una zona privilegiada del municipio de La Orotava conocida como el Rincón, en la isla de Tenerife, una extensa playa de frondosa arena negra llamada El Ancón. Solo puedes llegar a pie al ser escarpados los acantilados que la aísla. Son seductoras sus olas, sobresalientes sus rocas, mágica su naturaleza aunque traicioneras sus corrientes. Es sin duda, una de mis playas favoritas.
Me gusta desnudarme completamente cuando la visito y entregar mi cuerpo a los elementos: sentir la benevolencia del sol, al frescor del mar que me reaviva, a los rumores del oleaje, a la sedosidad de su arena… Revivo esas sensaciones mientras escribo estas líneas y me pregunto: ¿Cómo puedo desnudar también a mi ser interior?¿Llegaré así a conocer sus entrañas y rincones más recónditos?.
¿Qué veo cuando me asomo al balcón de mi ser?
¿Qué siento cuando miro en mi interior?
¿Sé quién soy?
Dicen que la obra más importante para el ser humano es justamente esa: el descubrimiento y la conquista de él mismo, de él en cuanto ser humano. Y lograr la obra interior es fruto de un proceso de maduración:
Entender e integrar el pequeño yo orientado en exceso hacia el mundo y atribulado ante el sufrimiento, intuir y desarrollar en sí mismo el ser esencial innato, diluir posiciones o estructuras rígidas, así como aquellos hábitos que paralizan el desarrollo, integrar y disfrutar aquellas experiencias encaminadas a tomar conciencia de este ser esencial y de su manifestación; reconocer y metamorfosear todas las estructuras conscientes e inconscientes, creencias y dogmas que configuran nuestro ser.
Y por último, todo ello, impregnado de una continua fidelidad en el seguimiento del camino interior.
En invierno, las altas mareas cubren casi la totalidad de El Ancón. Caminas por la poco arena remanente y las olas no tardan en borrar tus huellas. En esta imagen encuentro un símil relacionado con mi camino interior: hacer visible lo invisible, integrando el pasado y las huellas que dejó para caminar libre, sin condición.
Canarias Mindful Travel te muestra las islas como un mágico espacio en las que vivir experiencias con las que poder ensanchar tu camino y despertar diferentes fuerzas como las del vivir consciente, sentir y pensar, integrar herramientas y desarrollar voluntades, que en su conjunto, potencien el flujo interior del camino.
Ellas contribuirán a comprender qué significa y conlleva el camino interior. Serán una ayuda para que encuentres y abraces la naturaleza universal del transitar de este camino. Y lo haremos explorando las cumbres y costas de estas tierras atlánticas, conociendo sus gentes, riendo y bailando, conectando e interiorizando, aprendiendo y divirtiéndonos con este juego que es el de conocernos.
REFERENCIAS:
El camino interior – Karl König (Libro)
El juego de conocerse (Libro y Web)
Práctica del camino interior – Karlfried Dürckheim (Libro)
Trabajo interior – Antonio Blay (Libro)