El paisaje volcánico de Hawái, los humedales y bosques antiguos de Bielorrusia, los pinares de Canadá, las playas de Tailandia, los profundos barrancos de Arizona, el cielo de Chile, villas coloniales como las de Cartagena y/o Antigua, corredores marinos de cetáceos, una gastronomía que es una experiencia en sí misma y posiblemente el mejor clima del mundo… Lo creas o no, todas estas maravillas y experiencias las puedes encontrar en ocho pequeñas islas en el Océano Atlántico llamadas las Islas Canarias.
No lo hemos leído o buscado en internet. Los amigos y miembros de este equipo lo sabemos de primera mano. Unos y otros hemos transitado, vivido y trabajado en medio centenar de países, algunos de ellos entre los más bellos y fascinantes del mundo.
Curiosamente, esa misma experiencia cosmopolita nos ha llevado a reafirmarnos en la creencia de que Canarias es uno de los destinos más completos del mundo, y posiblemente lo más cercano al Jardín de las Hespérides en la tierra de los humanos.
Sin embargo, la razón por la que hemos creado esta plataforma no responde al empeño de mostrar lo que está a la vista, y lo que ya es sabido por muchos, sino nuestro profundo deseo por sacar a la luz y difundir la energía y la magia que aún hoy, siguen escondidas e inéditas entre los pliegues geográficos, antropológicos y culturales de las islas.
Canarias es un lugar donde se encuentran tres continentes y muchas formas de entender y sentir el mundo que nos rodea. Su pueblo crisol y mestizo es afable, tolerante, humilde y apasionado. Por sus venas fluye sangre bereber, portuguesa, castellana, sudamericana y de muchos rincones de Europa y África continental. En el profundo silencio de sus montañas y barrancos, se escuchan ecos y susurros de creencias y ritos con raíces ancestrales, mientras que en sus aldeas y pueblos se respira la historia que más tarde heredaría el continente americano en un viaje de ida y vuelta.
En definitiva, no nos cabe la menor duda de que Canarias es el lugar y el entorno ideal para hacer una pausa y desarrollar un viaje interior con diferentes propósitos, tales como: recuperarnos de los efectos nocivos de nuestro estilo de vida, reducir el estrés y la ansiedad moderados, crear un espacio para la reflexión, el silencio, la conexión con nuestro mundo emocional, la naturaleza, la compasión, el aprendizaje de técnicas de meditación, desarrollo personal, entre muchos otros.