Fernando Abreu Hernández

MINDFUL TRAVEL COACH
Fernando

Nací en un pueblo de la isla de Tenerife llamado Icod de los Vinos. Desde siempre me ha hecho feliz que el símbolo más representativo y representado de mi localidad natal fuera un ser vivo excepcional, el Drago Milenario.

Mi primera experiencia laboral destacable comenzó cuando tenía 11 años, trabajando en la agricultura y en la construcción de la mano de mi padre. Mi padre, que era un hombre hecho a si mismo, recto y de firmes principios, le preocupaba que pudiera convertirme en un niño consentido, con lo que su prioridad educativa fue que desde pequeño aprendiera lo que significaba el respeto y entendiera todo el esfuerzo que hay detrás de las cosas que nos hacen la vida más cómoda. Así que, cuando tocaba trabajar, no existían distinciones por edad, condición o cualquier otra consideración; algo que agradeceré toda mi vida.

La filosofía, la educación, las ciencias políticas y la sociología fueron los campos en los que profundicé en mi época de estudiante, tanto a nivel formal como participando en varios movimientos sociales y plataformas reivindicativas. Paralelamente, mi hermana me introdujo en la meditación Zen, y desde entonces la meditación ha estado presente en mi vida de una forma más o menos continuada.

Después de finalizada mi época en la universidad, siguieron otros trabajos en educación y en varias ONG de cooperación internacional. Desde que cumplí los 18 años, comencé a viajar con bastante frecuencia, normalmente con la motivación de unirme a encuentros de formación o activismo político. Como el dinero no sobraba, intentaba reducir los costes del transporte y el alojamiento a través del intercambio con una red de amigos que cada vez se iba hacienda más extensa, y me llevaba a lugares cada vez más lejanos. Durante el invierno me tocaba a mi ser el anfitrión, y como Canarias es un destino muy apetecible, era raro el mes que no tuviera huéspedes en casa y/o tuviera que emplear los fines de semana para hacer de guía turístico. Digamos que, sin saberlo, fui uno de los pioneros en el Couchsurfing.

En el 2007 me mudé a Camboya, donde me casé, y donde unos meses más tarde comenzó mi andadura como agente de viajes receptivo. Durante los siguientes 12 años me especialicé en el diseño de programas de viaje y en el acompañamiento de grupos de viajeros a lo largo y ancho de la geografía de Camboya y el Sudeste de Asia. Entre nuestros programas más populares e innovadores destacaban las experiencias de yoga y meditación en Los Templos de Angkor, y los recorridos de inmersión cultural y de convivencia con la población local.

Con los años, y sobre todo tras el nacimiento de mis dos hijos, comencé a preocuparme por las consecuencias de mi ritmo de vida hiperacelerado, y la proliferación en mi entorno de un modelo único de bienestar y de éxito que no tiene en cuenta ni las necesidades de los demás ni el cuidado de nuestro planeta.

Fue en este contexto, cuando comencé a reconocer en Canarias un potencial increíble para reconciliarnos con lo esencial de nuestra condición humana, mejorar la calidad de vida de las personas que entran en contacto con su energía y potenciar su trabajo de desarrollo y recuperación interior.